La arquitectura es una solución tangible, un objeto en el cual la FORMA y su configuración espacial se ajustan para proporcionar una experiencia sensorial y emocional en respuesta a la FUNCIÓN  determinada por las necesidades del usuario y su estilo de vida en un entorno particular. Este ENTORNO, a su vez, influye en la disposición y forma de la arquitectura, así como en la calificación del espacio y la calidad de la experiencia habitable.

Trabajo de forma colaborativa y empática. Adoptando nuevas tendencias arquitectónicas y flujos de trabajo. Como lo he hecho con el sistema BIM y la cultura “Lean” donde conceptos como el “Kaizen” (mejora continua) es fundamental para adaptarme y dar mejores soluciones a los desafíos y necesidades de los clientes. Donde el 3D, la realidad virtual y otras herramientas ayudan al entendimiento y disfrute del proceso y su buen término.